4.º Salón - Texto curatorial

Alteridades y geografías de la nikkeidad. Otros relatos de la comunidad

Hoy en día, hablar de la cultura, la identidad y la comunidad como temas cerrados o aislados es actuar de espaldas a una realidad que como todos sabemos resulta cambiante y en constante movilización.

Los grupos humanos, desde siempre, han estado sujetos a traslados y desplazamientos que, en la actualidad, pueden asumirse como situaciones en las que se han ido incorporando influencias y elementos culturales, comportamientos sociales, etc. En estas idas y retornos de información, pueden estar activándose procesos de asimilación y apropiación, las que conducen a producciones complejas llamadas hibridas.

En todo desplazamiento social, no solo se detectan movimientos nucleados o concentrados, sino también microdesplazamientos que van más allá de un centro, abriendo las posibilidades a otras trayectorias. En términos representativos podríamos imaginarlas visualmente como rizomas, que se desprenden de los centros hacia múltiples direcciones, haciendo de la migración un fenómeno variado y complejo.

Desde esta perspectiva puede comprenderse la pluralidad de sentires y expresiones de una identidad y cultura que se movilizan en el tiempo, dinamismo que dejará su huella en las múltiples poéticas de transición tras las cuales es posible detectar muchas de sus esencias primordiales.

El reto para este 4.º Salón de Arte Joven Nikkei bajo el título “Alteridades y geografías de la nikkeidad. Otros relatos de la comunidad” plantea de manera colectiva otras formas narrativas de acercarse a las raíces familiares y personales en torno a la identidad que, en muchos casos, se tornan mestizas bajo una aparente situación de pérdida o cancelación.

Nos referimos a conexiones interrumpidas con la nikkeidad ocasionadas por alejamientos o relaciones desconectadas ex profeso de algunos de sus miembros con la comunidad centro. Al instalarse en otros lares, la cual deviene con el tiempo en identidades modeladas desde el otro margen, entendiéndose con ello que lo distinto termina promovida por agentes diversos como la geografía, cultura y de manera imprescindible, las relaciones sociales, produciendo otros tipos de comportamientos y simbiosis, incluyendo lo biológico.

La alteridad implica la posibilidad de cambiar el punto de mira a estas complejidades referidas en líneas anteriores, para entender al o a los otros. El reto es aceptar el cambio en cuanto a la perspectiva desde donde nos situamos, es decir aprender a mirar desde la posición y condiciones del otro, lo cual nos lleva a construir una mirada abierta e integradora desde la variedad y pluralidad.

Este 4.º Salón nos invita a reflexionar desde las expresiones de las artes visuales, relatos particulares sobre las comunicaciones, legados e historias que cada uno de los jóvenes participantes ha ido descubriendo en la búsqueda misma de sus orígenes.

Son diez historias y nuevas oportunidades, quizás algunas ajenas y diferentes a las que han sido comúnmente narradas y conocidas por todos nosotros y que, sin duda alguna, enriquecerá aún más el valor de nuestra comunidad nikkei bajo el sentido de lo singular.

Mi sincero agradecimiento a la Asociación Peruano Japonesa (APJ) y su Departamento de Cultura y, de manera muy especial, a los artistas participantes quienes vienen de distintas disciplinas y que, con su valioso apoyo, pudimos sortear una serie de impases y dificultades frente al contexto de la pandemia.

A ellos, Ana Sofía Villanueva Imafuku, Diana Okuma Oshiro, Tammy Chion Fujishima, José Eihan Asato Camacho, Kenichi Sato Chinen, Tach Maeshiro, Tetsu Tokumine Palomino, Víctor Sakata Gonzáles, Gian Akamine Mateo y José Miguel Maesaka Takahesu, mi especial y sentido reconocimiento.

Juan Peralta Berríos

Historiador de arte y curador